Preocupados porque su ilegal negocio se está viendo afectado tanto en operatividad y ganancias, los carteles mexicanos de la droga que delinquen en Colombia, ‘Jalisco Nueva Generación’ y el de ‘Sinaloa’, que tuvo en el tristemente célebre ‘Chapo Guzmán’ a su máximo cabecilla; se unieron para mediar y buscar la pacificación en los conflictos sangrientos que sostienen las guerrillas colombianas, y que incluye también confrontaciones con el Ejército venezolano.

Al menos así lo citó el influyente diario mexicano El Universal, que citó fuentes de alta confiabilidad en la inteligencia militar de ese país.

En la región de Arauca actúa tanto el ELN como las disidencias de las FARC, que se combaten entre ellos por el control de la zona, y las cuales han sostenido también cruentos enfrentamientos con tropas militares venezolanas.

Los mafiosos ‘manitos’ estarían buscando aunque sea una tregua transitoria en territorio colombiano, a fin de no verse ellos perjudicados en la negociación, entrega y salida de cocaína, el producto que trafican con mayor frecuencia.

Según la prensa del país del norte, la razón obedece a los hechos de violencia que se han reportado en el estado venezolano de Apure y en Arauca, del lado fronterizo colombiano.

Estos incidentes provocaron miles de desplazamientos y ha llamado la atención del Gobierno, que movilizó tropas para controlar el orden público, y esa presencia militar es la que no ven con buenos ojos los carteles mexicanos para poder actuar a sus anchas.

Como se sabe, Colombia es fundamental en el procesamiento de la cocaína que hace escala en Centroamérica, México hasta llegar a los mercados de Estados Unidos y muchas veces a Europa